A lo largo de la historia, los sindicatos del país han abogado por reivindicar a los trabajadores. En un comienzo, ellos luchaban por entregar una mejor calidad de vida a las clases sociales postergadas y obtener conquistas sociales. Pero los tiempos han cambiado y lo que antes fue primordial ahora es básico, como los descansos dominicales y jornadas de trabajo que no sobrepasen las 45 horas semanales.
El cambio de escenario ha obliga a estas instituciones a plantearse nuevas necesidades, como velar por buenas prácticas, además de vincular resultados económicas con los sociales.
Y los sindicatos están dispuestos a adherirse, favoreciendo relaciones sólidas y de confianza, con rendición de cuentas transparente hacia su público objetivo (stakeholders), amigable y socialmente justa. Acciones como estas son las que están consideradas en la nueva ISO 26000 de Responsabilidad Social (RS), que atrae poco a poco a este tipo de organizaciones.
ISO 26.000
Nuevas políticas para un accionar socialmente responsable, trajo consigo que la International Organization for Standardization (ISO) detectara la necesidad de crear una normativa.
Así nació la ISO 26000. Eso si, a diferencia de las realizadas con anterioridad, esta no tiene el propósito de certificar, ni de regular. Tanto así, que si una institución ofreciera algún tipo de legitimización, estaría tergiversando su propósito y dando mal uso a la iniciativa.
Para contextualizar de qué trata la guía, se puede decir que es útil para todo tipo de organizaciones y contiene conceptos, antecedentes, materias fundamentales y los principios de la Responsabilidad Social, los que fueron discutidos en mesas de trabajos que involucraron a stakeholders de los 99 países participantes en los llamados Comité Espejo, del que Chile fue parte junto al Instituto Nacional de Normalización (INN), discutiendo los alcances de la RS.
En este contexto, hubo instituciones que se interesaron en impulsar la iniciativa, como la CUT, los sindicatos de Codelco, de Retail y la Federación Minera de Chile (FMC); esta última envió a Nibaldo Rojas como representante ante el Comité Espejo de Chile, donde se discutió la importancia de la norma. Según Nibaldo Rojas, durante su participación en las reuniones plenarias internacionales, estuvo fuertemente ligado al grupo de traducción al español de la ISO, y como objetivo inicial de su participación, estaba el que los sindicatos socios y no socios de la FMC participaran del proceso, situación que se mantuvo en pie hasta el cambio de directorio de la organización.
SINDICATOS
Al ver la importancia que ha cobrado la RS dentro de las compañías mineras, algunas organizaciones sindicales de grandes empresas han decidido dar un paso adelante. Es así como los miembros del Sindicato de Minera Gaby se han comprometido a incorporar a la gestión e RS a su actividad, utilizando la guía "NCh ISO 26000, of 2010", vigente desde diciembre del año pasado y se complementa el trabajo con el reporte de sostenibilidad basado en la metodología del Global Reporting Initiative (GRI) de la gestión del año 2011, que será presentando el año 2012. De hecho, esta organización es socia de GRI como Stakeholder Organizacional.
Para el presidente del sindicato de trabajadores de Minera Gaby, Emilio Páez "el sindicato es una organización referente y es la voz de la sociedad"; acogerse a esta iniciativa es una herramienta más para mejorar la gestión sindical, cumpliendo con un rol social en representación de los trabajadores.
Por otro lado, el Sindicato de Trabajadores SCM El Abra han participado en capacitaciones de Calidad de Vida y Gestión Sindical, incorporándose poco a poco a iniciativas enmarcadas en la NCh ISO 26000.
Para estas dos organizaciones, el desafío es incorporar un cambio de paradigma, ya que según explica Nibaldo Rojas, existía desconfianza de parte sindical en el momento que se empezó a discutir la ISO 26000. Se entendía que debían exigir a las empresas un comportamiento socialmente responsable; por otro lado, las que tenían incorporada la RS en esos momentos, sólo hacían marketing.
La discusión alcanzó ribetes internacionales y expertos señalaron que la implementación de la ISO 26000 podría debilitar a las organizaciones sindicales, calificándola como una norma blanda y que ponía en riesgo la producción de leyes para la protección de los trabajadores.
Desconfianzas que en un principio afectaron la credibilidad de esta normativa, pero que con el tiempo y el trabajo de los distintos actores fue mermando, llegando a acuerdos que dejaron satisfechos a los integrantes del Comité Espejo.
Cabe destacar que lo más importante de esta iniciativa es mejorar y ampliar la visión de la gestión sindical, yendo más allá de las expectativas de sus stakeholders, vale decir, de sus socios y familias, funcionarios, las empresas a las que pertenecen, otras organizaciones menores y la comunidad en la que están insertos. Es de esperar que los sindicatos que tomen la iniciativa de incorporar la ISO 26000 puedan difundir, educar y apoyar a otros sindicatos de menor envergadura, asistiéndolos, por ejemplo, en cómo manejar negociaciones colectivas, con el fin de reflejar el compromiso de lograr una mejor sociedad, expresada en solidaridad y apoyo mutuo.
VENTAJAS
Pero ¿cuáles son los beneficios de adherirse a esta normativa? Además de la ventaja competitiva que la iniciativa entrega, existe una mejor percepción por parte la comunidad, publico externo e interno, además de atraer, en el caso de los sindicatos, a más miembros y en el caso de otras organizaciones, a más y mejores trabajadores, clientes y usuarios. Por otro lado, es posible mejorar la relación con el gobierno, la comunidad, organizaciones, medios de comunicación, entre otros.
También, abordando iniciativas socialmente responsables, se pueden lograr cambios importantes en la cultura organizacional y mejorar la comunicación interna y externa, implementándola en todas sus actividades y decisiones.
Sin duda, una oportunidad para que las organizaciones cumplan con un desarrollo sostenible yendo más allá de la normativa legal, porque esa es la real importancia de la RS, ser más y mejores sin importar que esta sea una imposición, sino más bien una iniciativa que nace por el bien común.